Mefistófeles ayuda a soñar...

Cada noche, cuando dormir se hace complicado, puedes verle apoyado en tu ventana abierta esperando una invitación para poder entrar.

Es una imagen a contraluz artificial gracias a la iluminación pública.

Sus cabellos brillantes se mecen por la brisa fina y fría, ¿acaso no es maravilloso? ¿Como muy holliwoodense?

Su voz suave baila en el viento, rozando tu piel, despertándote del sopor de la vida material.

¿Podéis observar esa sonrisa serena e inquietante? Sí, esa que te atonta en este instante. Esa sonrisa extrañamente familiar.

Oh, si. Vale la pena conocerle.

Hospédale una noche de insomnio.

Su nombre: Gabriel.