sábado, 5 de marzo de 2016

Conexiones


Fue hace mucho mucho tiempo. Antes de conocerte, mucho antes. Tuve uno de estos sueños que nunca se olvidan; detallado, coherente, mágico. 

Bajaba unas escaleras de piedra, claramente antiguas, definitivamente húmedas y especialmente oscuras, pero sin miedo. Sólo con la mera curiosidad. Quizá con un poco de necesidad incluso. Se curveaban infinitamente y a mi me parecía igual de infinita la espera. 

Llegué al fin. O llegamos. En este momento ya no estoy segura de qué tan independiente fue este viaje. El caracol -ahora- finito y angostuelo se abría a un espacio, que aunque creado, lucía como cueva. Frente a mi, de forma simétrica, habían dos filas de velas a los costados como arrullando a la estatua/figura/ícono que se veía en medio hasta el fondo. Las velas eran aparentemente la única fuente de luz y calor, pero todo era muy claro y cálido a pesar de la humedad del lugar. De esa calidez hogareña, rojiza, la que abrasa el alma abrazándola en una fogata tierna. No había ruidos pero había más individuos. Esperaban mi reacción, mi decisión...y yo sabía que esperaban y sabía que ya había decidido, que el siguiente movimiento que realizara no sería espontáneo. Era algo que traía escrito desde que nací. 
No creo en el destino, pero en esta realidad onírica era casi tangible. 

Caminé hacia la estatua y leí el libro en su regazo -colocado particularmente para esto-. Y fue ahí donde sucedió la magia.

El yo de esta realidad luchó contra la tranquilidad del otro por la enorme sorpresa no sólo de poder leer perfectamente durante un sueño sino también por entender los signos raros sobrepuestos y desordenados que no eran en absoluto el alfabeto que conozco. Entonces sentí la pesada respiración de la figura. 

Me expulsó del ritual y sólo pude leer una palabra.
Baphomet. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Eritis sicut Deus


-La resistencia es fútil- en susurro, su voz existe sólo para encandilar. Roce etéreo en la cintura y se desliza...

[Me palpita hasta la piel]

Se va desnudando cadenciosamente dentro de mi cabeza.


Miro hacia afuera, ni las estrellas parpadean. Esta noche todo desea detenerse y observar.

En la penumbra rojiza de la atmósfera, que no sabe si amanecer o anochecer, se marca un ritmo diferente. La estancia transformada en plató a través de las cortinas.

Magnum opus de la naturaleza.

[Sonrío justo al final]

Petite mort.

La soga


Hay días y días. 

El viento frío nos reprende, nos limpia no solo los pulmones sino la mente. La mente. Ese deshilvanado ser a medias que nos susurra todo el rato lo que no queremos oír y nos hace sentir y ver cosas que no están. La verdadera cruz, la matrix individualizada. 

Aún se puede sentir tu vida rondando. Volteo creyendo que has cruzado por el cuarto, que te sientas en el piso de la cocina mientras hay tanto por hacer. Que me abrazas al dormir moldeando tu cuerpo, cambiando tu olor de día por una dulzura pasajera. Caminemos, quiero contarte todo.

Las nubes se tragan un avión. El cielo está totalmente apagado por ellas. Sobre la azotea, los árboles acarician a cualquier ser que lo permita. Así de grande es el amor. La vida y muerte. 

Sólo un segundo más.

Salto. Se tensa el aire. 

viernes, 5 de febrero de 2016

May notes


Y trata de estar con alguien pero no puede. En serio que no. Llora por su corazón completamente reventado. En ciertos momentos, duele. Duele ACDLV.


Te odio. Odio que me gustes, que te extrañe, que una parte de mí te espere. Odio haberte conocido, odio que hayas cambiado cosas de mí, odio que no quiera platicar con nadie si no es tú. Odio que lo hayas superado y odio más ser una total estúpida que piensa en ti. Que piensa en ti sin remedio. Sí, me clavé pero no por eso tengo que darte todo para destruirme. Te extraño pero quiero que estés lejos porque no quiero sentir nada de esto. No por ti. Quiero superarte luego de estos 17 días. Quiero regresar y ser como ya era y no pensar que cada vez que abro la boca expongo mi alma o algo peor. Que desnudar mi piel no es igual a querer a nadie. Quiero de nuevo ser joven y superficial porque nada importa más que yo y lo que yo quiera disfrutar. Quiero olvidar esta versión demacrada y vencida a la que he mutado. Quiero volver a la casa sin ningún recuerdo. Sin pensar en tus ojos entrecerrados -susurrándome- y tu cabello largo sobre mis piernas, luego de anunciar que no te dormirías. Quiero poder ver mi maldito patio trasero sin creer en todo lo que dijiste. Quiero que me quieras, sin reservas y sin que me digas que vale verga todo porque nos parecemos demasiado y no somos para el otro. -¡Con lo mucho que me importa esa idiotez del alma gemela!-. 

Quiero no agradecer haberte conocido.
Quiero que desaparezcas. A veces, casi lo consigo pero es un momento tan tan pequeño y vuelve a sonar tu voz francesa y entrecortada. Gorjeando, llena de desniveles y risas raras. -Oh, no te imaginas cómo extraño escucharte-.

Maldita mente. El puto atrapasueños es pura basura.

martes, 15 de diciembre de 2015

A song


Hay situaciones en la vida que no se pueden frenar.
Tengo muchas ganas de escribir pero, como siempre, no puedo. Es el autocontrol, que por cierto no me sirve para otras cosas donde sería muchísimo más útil. 

Tan sólo recuerdo la playa. Tantos momentos hermosos lavados por las corrientes frías y sempiternas, justo como si el mar fuese mi alma verdadera. Quizá por eso temo nadar, no estoy lista para eso. La libertad es mi fobia.

Cambio y fuera.

domingo, 7 de junio de 2015

Pude morir hoy


Quiero dejar las cosas claras antes de morir.
Las personas que me importan saben lo que siento por ellas; ese no es el pedo. El pedo es que quiero dejarles algo. Un algo tangible y significante.
Les quiero dejar algo para que sea más fácil recordar nuestros buenos tiempos, las pláticas, los caminos.

No me olviden. O sí, pero sólo hagan esto si recordarme es no feliz, no agradable.

Pude morir hoy, eso es muy fuerte. Pero fue más fuerte fijarme que ahora me interesa eso. No me da miedo o ansiedad, no tengo ningún pensamiento negativo hacia morir, no me molesta el hecho de parar este tiovivo. No. Es sólo que la vida me aterraba, los pensamientos negativos eran dirigidos a ella. Morir era mi solución favorita. Era. Retumba en mis oídos y ni siquiera lo he podido decir en voz alta. ERA.
Es por esto que ahora pienso que si me muriera, quisiera seguir con ustedes. Quiero irme pero quedarme, incongruencias a través del muro de la vida y la muerte. O túnel, no se ni cómo iba esa frase ridícula.

Haré la lista.

Y, aunque nadie lea esto voy a escribirlo, LOS QUIERO. Gracias por dejarme estar y enseñarme tanto.

Danica Arias, 2015

lunes, 18 de mayo de 2015

Fuck everyone...except you


¿Cómo podría compartir un sueño con alguien? Una meta en común, eh. Yo...no tengo ni siquiera uno para mi sola. Los muertos no sueñan o desean y todo bien, pero ¿por qué eso me hace sentir inferior ahora?

Si te importa pero duele, no lo vale. Así de fácil.Y como consejo rápido, no des más de lo que recibas. En algunas personas, el cariño es tan volátil -tanto que quizá no existe realmente-.