martes, 16 de septiembre de 2008

Semillas bobas del mal...

Con el viento... Eres un bruto Vazquez!!!!!!! Te adoro Thanii!!!! Así te voy a decir Isaí... Te amo Jo!!!! Te extraño, te amo, vivo por ti y te adoro Alfie!!!!!!! Sin nada que poner aún.... Esta entrada es momentánea.... En proceso...una historia doble...

sábado, 13 de septiembre de 2008

Sueño fugaz de un cuento sin nombre...

Con el viento...
Hola mis lindas, pequeñas y deliciosas semillitas traviesas del mal!!! Hoy pondré un cuento más corto que debía tener una canción. Pero no. Quiero que se quede entre Isaí y yo. Me gusta mantener secretos entre las personas que aprecio. Por cierto, extraño platicar en las tardes con mi amiguito Isa.
Es sólo un cuentesito también de mi autoría...descubrí que me fascina crear pequeños cuentos. Bueno, soy mala para los títulos y ninguna de mis historias tendrá uno concreto. Este es el cuento dos.
Una cálida mañana de abril llegó una señorita a un pintoresco pueblito en las afueras de alguna lejana y extraña tierra.
Esta damita era hermosa y resaltaba entre las poco agraciadas pobladoras que vivían en aquel recóndito lugar.Los habitantes del sitio la vieron, resueltos a brindarle la acostubrada hospitalidad a los viajeros cansados que lo solicitasen.
La bella chiquilla, cuyos intrigantes y brillantes ojos negros apenas vislumbraban el brillo de 13 soles, se sentía inquieta y fascinada por estos nuevos suelos: la sencillez de los alegres hogares, el infinito azul del cielo majestuoso, los verdes prados salpicados de cerros, el empedrado camino de baldosas de oro, el gentío murmullante en el colorido mercadillo. Pero nada maravilló más a nuestra pequeña flor que un joven, el cual tranquilamente descansaba apoyado en una piedra y con el tradicional sombrero cubriendo parte de su rostro fresco.
Curiosa, se acercó sin siquiera pensarlo.
El chico más que extasiado ante aquella visión de un hermoso ángel del cielo, se sintió profundamente herido por tamaña intromisión a su privacidad, puesto que la niña le miraba fijamente buscando encontrarse con los platinados ojos del chiquillo.
Molesto, evitó aquel esencial contacto y sin despedirse siquiera comenzó a caminar alejándose prontamente de la caminante.
Extrañada ante el insulso ademán al que no estaba acostumbrada, lo siguió aunque él se hacía al desentendido.
El chico creyendo haberla perdido, continuó su camino sin preocuparse al pasar el prado y adentrarse en el espeso y oscuro bosque al que comúnmente iba para evitar los trabajos que le imponían como deberes.
Al llegar a un esplendoroso acantilado lleno de vida por la impresionante vista del lago y las montañas, se detuvo y se recostó en el pasto que crecía por sobre las rocas.
Había olvidado rápidamente el incidente con la fuereña.Ya dormía profundamente cuando escuchó entre sueños una bella canción...La canción del abismo.
Soñó y recordó.
Recordó unos fugaces ojos negros.
Recordó una mirada sabia y triste.
Recordó una guerra cruel.
Recordó un amor brutal.
Recordó el ardor pasional en su cuerpo virgen.
Recordó el terror.
Recordó el terrible y atroz olor a sangre, muerte y fuego.
Recordó vidas y vidas.
Y recordó a una mujer.
Despertó.
Junto a él, se hallaba sentada una bella niña cuyos ojos negros parecían saberlo todo.
Su luminosa sonrisa se había esfumado.
Ella miraba fijo hacia el horizonte.
Hacia la nada.
Hacia el todo.
Él miró hacia ahí.
Sintió un escalofrío que recorrió su alma entera.
Volteó...y ella se había ido.