domingo, 30 de mayo de 2010

Frases incoherentes...no.

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Una palabra.
Un sentimiento.
Un beso.
Un mes.

La vida se esfuma...

Cuento incompleto, una yo incompleta dando tumbos por la arena urbana.

Ser dos duele. Cada vez más.
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viernes, 28 de mayo de 2010

El peligro de caer

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Lluvia.
Delirios obcecados en tardes que se aferran a las dunas que tiñen todo el mar urbano con cayenas,
tibio carmín y cuero.


Bésame.
¿Puedes palpitarme en el pecho?
He dejado de existir al rozar el alma de tu cuello.


Es dificil caminar arrastrando mis torpes alas rotas;
víctimas del desprecio a la frialdad que se acurruca en mi piel y consigue elevarse tan sólo en mañanas grises.


Vístete.
Ya es tarde.
Esfúmate.
El tiempo se ha agotado y toquidos en la puerta de madera nos anuncian el arribo de otras naves mercantes.
Las gaviotas desgarran la tormenta, el mar y las rocas.
Hay tulipanes
                     y se concretan a danzar seducidos por el vaivén de tus caderas entre mi cuerpo débil, entre mis manos mojadas, entre mis piernas etéreas...


Y la lluvia
y las tardes
y el carmín de tus labios y los míos
y el gris de mi vida con la tuya y sin la tuya
y la puerta ansiosa
y las gaviotas asesinas
y los tulipanes
se aferran a la ceniza,
producto de ilusiones...
producto de amor sin amor.
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miércoles, 26 de mayo de 2010

La insatisfacción a veces desborda escaleras

Hay pláticas que deberían poder morirse en los labios, que no están hechas para ser discutidas.


Cinco años las vuelven desierto desecho en orgasmos, besos, deseo y final.
Cinco años las añejan con dejos de tristeza, las muerden intentando capturarlas por más tiempo.
Son los mismos años que mi voz se calla ante tu nombre y tus hechos, y ante mi nítido contratiempo.
Porque existen pláticas que duelen pero también hay las que sangran.


Me sangras en los labios aunque mi rostro perfecto y libre reta todo lo que dices.

Caricia nocturna

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Mis uñas entrelazan noches y cuerpos.


Se proyectan hacia el muro de nadie, se magnifican en la vacuidad de todo. Todo se une a sí mismo y eso inflama el ego de una inmunda nada que se transforma y se refleja en lagunas de plomo como un recién llegado Narciso que se vuelve piel y hueso y ojos y pensamiento.


Y entonces encuentro tu rostro en cada noche y cada cuerpo...
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Escucha mi canto

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Inicua y subrepticiamente se despelleja mi semblanza;
agotas al aire que regurgita, como si nunca debiera existir esta mañana.
El velero estalla las sombras secas de tus ojos e inmolan el desierto que se esconde entre tu vientre de arena y de sal, y de olas y de cielos y de todo,
y mil prados engalanan a su misma raza a través del cristal de tus manos que los recibe en primavera...
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lunes, 24 de mayo de 2010

¿Hay alguien ahí?


Una duda es más que una indecisión...

Es una vida, un universo...
Es un hoyo negro relleno de efecto mariposa.

Es transformar un simplón en una atención absoluta, en un talento y una galantería.
Es enamorarse de alguien más.

Una duda es más que una laguna...

Es un relato de noche nublada y sin alumbrado público.
Es un par de ojos oscuros y claros a un mismo tiempo.
Es una caricia de mano de arena y saxofón.
Es una cama con pies de dragón.
Es una pesadilla llena de luz.

Una duda...es más que un adiós...
                                                   es un inicio completamente diferente.
                                                   Es una sonrisa bella de dos.
                                                   Dos totalmente contrarios.

domingo, 16 de mayo de 2010

No me agradas últimamente...

Miradas accidentadas y secas,
sólo eres un deseo en la sabana
corroído, aborrecido, insolente...
Te deslizas en otras vidas
sin el ayer preocupando tus ojos.


jueves, 13 de mayo de 2010

Y la flor callóse en rojo

Decidió marcharse luego de verse agotado.

Le había mirado tanto que ella se convirtió en nada. Dejó de existir, se permitió desaparecer.

Incluso, el mudo intento de reproche ante este desvanecimiento, se le secó en los ojos.

Pero ella también estaba cansada.

Las pupilas distantes no eran su alimento favorito y ello acabó por hastiarle.

Fue entonces que se refugió en otras miradas, en ¡oh, ventura suya! manos suaves, un cuerpo, mente ágil, una lengua; todo ajeno, todo tan propio.

Por fragmentos fue mudando la fascinación al recién descubierto. Poco a poco, con reservas.

Y un día, se halló ciega y fue feliz.


Paso el día pensando en ti (8)



Todo luces encendidas

singlando el muro de tus aguas

torpe acto que se aferra y escuece en su propia piel corroída.

Un libro

se cae, se abre, se muere, se mira

se mira desnudo tras murmullos, se observa silencioso entre cayenas.

El muelle, el alba…son mera escenografía marchita de veranos sin sol.



sábado, 8 de mayo de 2010

Asco


La desnudez demudó su semblante, 


él derrite hasta el calor de Meríz...


Un poco más de mí le haría daño al mundo...

¿Acaso no es maravilloso embriagarse de tanta oscuridad?

Caminando tuve miedo de tanta luz, de tantos sonidos, de tan pocas estrellas, de tan corto cielo, de tanta compulsión y de los tan obstinados silencios.
Tuve miedo al sentirme tan vulnerable esa tarde.
¿Por qué eres tan importante? A veces me dueles y necesito distanciarte.
Pánico suprepticio.
Pero... la oscuridad siempre me ha hecho sentir más segura, mucho mejor, mucho más yo en todo sentido.
Definitivo, yo lo que necesito son noches más largas.
De esas que abrazan y destilan alcohol por sus venas.
De esas que se esfuman entre los dedos, como cigarrillos.
De esas que se agotan tenuemente bajo pasos ajenos.
De esas que dan náuseas de tantos sentimientos.
De esas que recriminan constelaciones completitas y bien ordenadas.
De esas que se pierden entre algún árbol gigantesco.
De esas que besan con necesidad.
De esas que sacan ampollas y friccionan el asfalto.
De esas que sólo yo podría disfrutar, sin alas y sudando pasión.

Yo amo la noche porque me hace sentir perdida e indefensa.

martes, 4 de mayo de 2010

Obviando voces


Y sólo te queda la sensación insatisfecha de quien mucho ambiciona.
A veces me pregunto quién serás esta tarde;
si una historia, un recuerdo, un árbol, una pared o sólo un cuerpo;
o si acaso la lluvia, en un exasperado conato, se ha materializado en tus cabellos.
A veces tus ojos me estampan una bofetada de normalidad obligándome a retarte con distancias.
A veces tus manos no me parecen tan suaves cuando exprimo confituras con sonidos extraños.
A veces tu aplomo hace las maletas a media noche, abandona todo cuento y se escapa silencioso por la puerta trasera del económico hotel de la esquina.
A veces eres barrido por señoras canosas con hendiduras dérmicas profundísimas.
Existen también esas ocasiones en las que estar contigo se vuelve intolerable con tanto calor de verano.
Y a veces, sencillamente no quiero estar contigo…