lunes, 30 de noviembre de 2009

Te QuierO!



Siempre sonreiré para ti. No matter what.
Aunque los meses pasen y las estaciones se agoten
Incluso la tarde brillante que te sientas raro.
Nadaremos por tus (para mi) tan extraños énfasis de sentido común, relajados y cautelosos (XD)
Trotaremos por mis veredas frenéticas, enajenados y deliriosos!!!! (XD!!)
¡Flotando en una burbuja de flores!

¡Respirando tu aqua agotada! (jumm XD)
Incendios plagados de mares torrenciales cayendo en Santiago
Enmedio de amarillas miradas descorteses
Nanarearé tu nombre y sonreirás
Despacio por tu pensamiento...



Y cantaré hapi berdei tu tux! XD

Fotografía de Robert Doisneau "Le remorqueur du Champ de Mars"

domingo, 29 de noviembre de 2009

Apoptosis (con requiem de fondo)

Me enamoré de ti...
sin desearlo,
sin darme cuenta,
de tus ausentes caricias,
de tus fuertes silencios,
de las eternas manías,
de evitar los momentos,
de tu piel fría y transparente,
de tus labios no natos,
de esas manos que calan hondo con sus dedos etéreos,
de que seas totalmente mío,
de vivir contigo aunque nunca hables,
del hecho de amarte porque sé que existes,
y aún más porque correspondes a desvaríos de esta mente perversa
que te desgarra con suspiros inmensos,
apestando a enamorada.
Crepúsculo atravesado de nimiedades
en que la luna canta, burlona,
-ha llegado la hora, ha llegado este viento-
con estremecido adiós te has marchado.
Abrazaste mis lamentos
y yo ahondé en firmamentos
desgraciados testigos de cruzados sentimientos
lúbricos desechos de históricos tormentos.
Jamás rocé siquiera uno de tus cabellos
y despacio por tus pensamientos
fui escurriendo mis dedos
de sueños repletos
de mis besos llenos
y te mandé mil señales con mis ojos,
te hablé con el silencio palpitante de mi alma
pero...
tu ya no conseguiste oírme
porque ya no me pertenecías
porque ya te habías ido
porque yo,
con mis pocos años,
mis abrazos,
mis sonrisas,
mis anhelos,
mis manos vacías,
mis pies manchados de calles húmedas y frías
ya no te pertenecía
porque alguien más,
silbando estrellas esta noche
logró trastocar mis miradas tranquilas.
Y ese día, sin decirnos nada
moriste y morí
morimos...
porque ya no latías para mí
y yo ya no sabía sentirte.
Pero...
no te vayas aún.
Mientras cayeran truenos, tu seguirías en la tormenta
esa fue tu promesa...
¿Acaso ya ha salido el sol?
¿el arcoiris?
¿por qué entonces aún no los veo?
No te vayas aún.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Algo #4



¡Calla!
Que tus ojos me hablen en este ocaso sin sol
permíteme morir en tus miedos
entender los sentimientos encerrados en tus ambigüedades
deja quedarme con tus flores esta mañana...
Esta mañana en la que no estás...
Esta mañana de la que no volverás...
Y yo tampoco.


Algo #5

Y todo seguirá igual...
Los floreros salpicando urbanos tapices grises
buriles desgarrando la fina piel de tus murallas
extasiando el aliento que saboreo de ti.
Y seguirá igual porque así lo deseo
por el simple hecho de tener tu pecho contra el mío
en un abrazo invisible a los sentidos
invisible para el mundo.
Sí, seguirá igual.
Mientras las coincidencias sigan obligando nuestros encuentros
mientras las sonrisas sigan expresándose sin razón
mientras pensarte sea mi pasatiempo favorito
Las cosas seguirán exactamente igual.

Algo #3



Déjame fuera de ti,
arrebátame tus palabras
que ruedan frías por mis mejillas
y déjame tan fuera de ti que parezca no haber existido jamás.
¡Aviéntame de tu pecho!
¡Sí! ¡Hazlo!
Necesito respirar de otros labios,
sin tener que sangrar cuando exhalen pretextos salvajes de sabores extranjeros.


Algo #2

Te recorro suave, cosido al viento que te abraza esta noche
y tropiezo, tu voluntad enardecida que se niega.
No me quejo,
no me turbo,
continúo.

Mis dedos,
regatos que se entrometen descuidados entre la yerba de tus cabellos
mismos ríos etéreos que se deslizan por el envés de tu cuerpo
extravías la batalla y te me entregas,
mientras se entonan melodías de tóxicas esencias
que la oscuridad nos silba quedamente
oh! perfumes líquidos insinuando ósculos descorteses.
Soy débil, ruego perdones mi atrevimiento...
pero tus labios, incansables astros sonrojados
me incitan a beber de ellos una vida
singlando, lúbrico, tu cuerpo
de mares ignotos y lejanos.
Voluptuosos, ya encendidos
nos elevamos al infragante cielo que observa.