domingo, 6 de diciembre de 2009

Arropándome en tus mareas me siento a gusto...


En el alma de la tierra...yo me alejaré lentamente de tu ser y moriré de amor (que la dramática no vino).


Estos últimos días han sido de mucho ajetreo emocional.
Estoy agotada.
El ritmo cadencioso de los sentimientos al tope no es bueno para mi salud mental.
No.
Hay cosas que no entiendo y quiero comprender.
Cosas que evito a pesar de conocer.
Ya todo cambió drásticamente, no para mal pero tampoco para bien.
Extrañamente me siento muy conectada a algunas personas que no conozco del todo pero que adoro haber encontrado.
Esa magia insulsa de las primeras impresiones se ha desvanecido totalmente, dejándome la boca impregnada de profundas personalidades divergentes y novedosas.
Es simple y maravilloso.
Aunque, bien es verdad que hay cierta magia especial que a veces pone de cabeza mi universo malsano de ridiculeces congénitas de niña-mujer en medio del tumulto arrebatador del "sentido común" que me impone una sociedad errónea y completamente arrogante.
Es ahí, justo ahí, donde mis revuelos se dan cabida.
Que si la cabeza, el corazón, las piernas, las mariposas.
No.
Nada de eso.
No soy convencional y casualmente no tengo esa clase de emociones físicas tan típicas y poco inteligentes.
Sólo vacío..de que me pierdo a mí misma.
Me pierdo porque no logro encontrarle cabeza ni pies al ser extraterrestre que se me presenta despreocupado, desapegado y engreído a veces; entregado, brillante y bello en otras.
Y yo, inmadura, respondo de la misma forma. (Algún día creceré, lo prometo)
Eso, entre otras cosas.
Aunque por momentos me fascina esta rara sensación de no poder pensarle un motivo.
Es verdad que ya soy otro nivel de demencia.

En la fotografía: Trent Ford

No hay comentarios: