lunes, 5 de abril de 2010

Te ví, te tuve...


Todo historia empieza con sentimiento.
Si no es así, no podrá continuar y se perderá en el universo como una partícula escupida hacia alguna ventana inexistente.

Desconéctate. 
¿Escuchas el viento? 
Sólo cierra los ojos...
Tus pasos son compás para la orquesta urbana. 
No detengas tus pies, por favor.
¿Te imaginas cuántos dependen de ese ritmo que revientas en alquitranado camino?
La inminente posibilidad de tu decadencia me aterra. 
¿Qué haremos sin tu simetría?

Estoy tan falta de palabras que escribir me cuesta como si estuviese muerta,
martirio obsceno en capilla de acero y madera,
si te mato podría renacer,
podría leer,
podría ser yo de nuevo,
podría teclear incoherencias todo el día
y la luna me hablaría,
él regresaría y por siempre me amaría.
Estoy tan vacía.
Los ecos se agolpan en mis oídos,
los ecos se despiden de ti.

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