jueves, 27 de noviembre de 2008

Cuento IV parte II

Con el viento...

Desde aquel momento en que pereció mi humanidad,
vi la vida como nunca la había visto antes.
La noche era hermosa y sin ninguna estrella en el firmamento.
La suavidad y frescura de la brisa eran tan serenas.
Acostada en aquella manta sobre el suelo, cerca de la ventana, me
sentía tan...en paz.
Viendo el preciosísimo cielo
y sintiendo el viento dulce en mi piel
aún desnuda y carmesí,
vi el mundo como jamás antes lo había visto.
Sin prisa...
He de haber permanecido así mucho tiempo,
pues cuando decidí levantarme sentí en mi piel
completamente seco el líquido carmín de vida
que brotaba antes con tanto ahínco.
Sentí un leve mareo,
supongo que por la sangre perdida.
Me sostuve del diván junto a mí... Miré hacia todos los rincones de aquel sitio
buscando mis ropas, me vestí y salí al jardín...
Nunca lo había visto tan bello,
tan lleno de vida,
tan brillante...
La oscuridad latía refulgurando pasión
latía desprendiendo .

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